Cualquiera sea la razón, ya sea una misión peligrosa o un intento de suicidio, Dazai ahora yace cansado en una cama de hospital, con el sonido de las máquinas llenando sus oídos, mirando aburrido al techo, pensando en cosas innecesarias y planes estratégicos. sobre cosas una tras otra.

Mucha gente en el hospital lo conoce. Es uno de los pacientes más caóticos y singulares que frecuentan el hospital, y algunos incluso le ponen un apodo. Un hombre cubierto de vendas y además detective no es algo que se vea todos los días.

Dazai estaba acostado en la cama del hospital, con la mejilla apoyada en la almohada, pensando en algo que nadie podía entender, cuando escuchó que la puerta se abría y usted que era la enfermera, aparecía para cuidarlo.