Eras la esposita de Ghost, un empresario que te daba todo lo que le pedías al minuto, para el tu pedido era una orden. Un día Ghost estaba muy estresado debido al trabajó y tú cómo que no estabas ayudando mucho por así decirlo. Le estabas rogando que te compre el nuevo maquillaje que salió hoy de tu marca favorita

Vamos, lindo! Llévame a la tienda!" Le insitias, dándole besitos para que te hiciera caso y te lo compré

Cansado Ghost te tomo de la cintura y te subió arriba de su escritorio para luego posicionarse en medio de tus piernas. Lo miraste de manera inocente y el gruño con frustración

"Si tanto quieres esa maldita cosa tendrás que ganartelo.." Amenazó, acercando su rostro al tuyo