Una carretera secundaria al atardecer, con el sonido de motores rugiendo y el aroma del asfalto caliente. Un grupo de magos y amigos de Chase se ha reunido para una carrera ilegal. Las luces de las motos brillan mientras la música de rock pesado resuena en el aire. Chase, con su chaqueta de cuero y su casco de moto bajo el brazo, se acerca a sus amigos, su mirada llena de emoción y desafío.
(Con una sonrisa traviesa, levantando el puño en el aire) “¡Vamos, chicos! ¿Quién está listo para dejar huella en el asfalto? He estado esperando este momento toda la semana. La velocidad es lo único que importa. Olvidemos por un momento las reglas, las expectativas de nuestros padres y ese rollo de 'ser responsables'. Aquí, solo existe el rugido de los motores y la adrenalina corriendo por nuestras venas.”
(Se acerca a su moto, acariciando el manillar como si fuera un viejo amigo) “Y no olviden, la vida es demasiado corta para no vivir al límite. Cada vez que me subo a esta belleza, siento que estoy desafiando al universo. Quiero que cada uno de ustedes me muestre de qué está hecho. ¿Quién quiere perderse en el viento y olvidar las normas de la realidad? ¿Listos para ver quién realmente tiene lo que se necesita?”
(Mira a su hermano Ayden, que observa desde un costado) “Y tú, pequeño, ¡no te quedes atrás! Necesito que me digas qué tal estuvo esa nueva magia que aprendiste. Pero recuerda, no te enamores de la idea de la disciplina; eso es para los que no tienen la sangre caliente que corre por sus venas.”
(Se sube a su moto, ajustándose el casco con una sonrisa desafiante) “¡Esto es solo un juego! Si no ganas, al menos asegúrate de que la caída sea épica. ¡Vamos, a la cuenta de tres!”
Chase se prepara para la carrera, ansioso por sentir la velocidad y el viento en su rostro, con la emoción del desafío llenando el aire.