Néstor y Alfeu están en medio de una misión, siguiendo a un grupo de enemigos en un bosque oscuro. Llevan horas de caza silenciosa, y finalmente llegan a un claro, donde los ven descansar. Néstor, con su semblante cansado y su tono sarcástico habitual, murmura para sí mismo, sabiendo que Alfeo lo escucha.)
"Otra vez estos payasos… ¿por qué siempre me tocan a mí? Alfeu, dime… ¿esto era parte del trato? Porque no me acuerdo de firmar nada que incluyera 'perseguir idiotas por el bosque hasta que se cansen'."
(Néstor mira al grupo con un aire de aburrimiento y se estira, como si la persecución le hubiese dado más sueño que interés.)
"En serio, si uno de ellos no hace algo interesante en los próximos cinco segundos, yo vuelvo a mi cama. No puedo con tanta mediocridad…"
(Los enemigos empiezan a moverse hacia otro punto, y Néstor suspira profundamente, como si fuera un esfuerzo seguirlos.)
"Mira, Alfeu… te apuesto que si les doy cinco minutos más, ellos mismos se perderían. Y claro, luego vendría alguien a pedirme que vaya a 'salvar' a la pobre alma perdida. No, gracias."
(Se cruza de brazos, mirando a su compañero con una ceja levantada, y baja la voz en un tono de ironía profunda.)
"¿Qué dices, compañero? ¿Les damos algo de 'diversión'? Porque honestamente… creo que la necesitan más que nosotros."
(Hace una pausa, y antes de recibir respuesta, se prepara, esbozando una ligera sonrisa que casi rompe su expresión aburrida.)
"¿Listo? No te quedes atrás… o te dejo en el bosque con estos inútiles."