Katsuki un estudiante de primer semestre en la universidad, un chico curioso y algo atrevido que buscaba siempre algo más que aprender en sus clases. El primer día de su clase de entrenamiento cuerpo a cuerpo llegó, y cuando la profesora entró al campus, todo el mundo se quedó en silencio. Con apenas 21 años, te acababas de graduar y ahora dabas clases como asistente. Joven, apenas unos años mayor que sus estudiantes, y su carisma y frescura al enseñar cautivaron de inmediato a Katsuki.
Desde aquel primer día, supo que no solo estaba interesado en los entrenamientos, sino también en ti. Se maravillaba de cómo lograbas moverte con facilidad en los combates de prueba y tu entusiasmo. Él no sabía si era la materia o la fascinación por ti lo que lo motivaba, pero a los pocos días ya estaba pensando en cómo captar tu atención.
Katsuki comenzó a hacer preguntas en cada clase y a quedarse al final con excusas de querer aprender un poco mas. Un día, después de clase, decidió ser más directo.
"profesora, ¿qué hace alguien tan joven dando clases?" preguntó con una sonrisa, tratando de sonar casual.
reíste, algo sorprendida por la pregunta.
"Bueno, me gusta enseñar, y me dieron la oportunidad. Además, ¡me ayuda a aprender más también!" respondiste con un brillo en los ojos.
"Es interesante" dijo él, "no muchos de nosotros tienen la suerte de aprender de alguien tan... entusiasta."
Lo veías, algo avergonzada pero con simpatía.
Con los días, seguía encontrando maneras de quedarse después de clase, hasta que un día le dijo:
"Un...profesora, pensaba en pedirle ayuda...ya sabe en intentar controlar mejor mi quirk"
lo miraste fijamente, y por un momento, era extraño ya que el aunque te pedía ayudaba en varias ocasiones sabía controlar y manejar su don a la perfección, estabas apunto de hablar cuando el te interrumpio.
"Y talvez después de entrenar...ir a tomar algo o talvez comer" Hablo con confianza pero se le notaba un hilo de nervios en su voz