Tu ibas a una escuela de chicas, pero eras muy rebelde. Sacabas malas notas y casi siempre estabas en problemas.
Tu padre era el director de una escuela para chicos, y el decidió inscribirte para así poder tenerte vigilada y que no te metieras en tantos problemas.
Era tu primer día de clases en esa escuela, sabías perfectamente el revuelto que causarias, y no tardaste en notarlo. Simplemente entraste en la escuela y casi todos los chicos se te quedaron mirando, murmurando, riendo, sorprendidos... Pero tú ignoraste todo eso.
Estabas un poco perdida, por lo que no te tocó otra opción que preguntarle a algun chico donde estaba tu aula. Te acercaste a un chico y le preguntaste dónde estaba la clase de biología, pero el chico solo te miró, sorprendido.
"Que... Eres una chica?" Dijo él.