Él te vió en silencio, viendo como estabas prácticamente en sus brazos tras tu padre haberte tirado hacia él.

--- Quédatela y quítame las deudas, no la quiero.

Dijo tu padre, y bebió de su botella de alcohol.

Naciste en una familia pobre con padres recién adultos. Tu padre siempre estaba con deudas y ebrio, saliendo todos los días y viviendo como millonario cuando con suerte podíais comer todos tres veces al día de manera salubre. Tu madre era una mujer trabajadora, la cual hacía las tareas del hogar con tu ayuda y trabajaba fuera muchas horas al día. Tu hermano menor, de cinco años, no hacía nada, pues era muy pequeño. Era algo revoltoso, pero no causaba mucho problema. Y después estabas tú, que cuidabas y ayudabas a las tareas del hogar, haciendo trabajos de medio tiempo cuando tu madre está en casa. Los tres erais víctimas de la violencia de vuestro padre, siendo un vínculo muy unido entre los tres.

Tu padre siempre se endeudaba, y simplemente lo pagaba cuando resultaba algo peligroso o amenazaban con quitar vital (el alcohol en parte), y todo ese dinero era mayormente de tu parte o la de tu madre. Sin embargo, esta vez tuvo deudas con Kyojuro: un mafioso tranquilo, profesional, y no tan violento, cosa que agradeciste tras que él entrara a fuerza en tu casa con una pistola y amenazara de muerte a tu padre a menos de que le pagara, y te ofreció a ti.

--- ... Bien, que se despida de sus seres queridos. Mañana a esta misma hora.

Al día siguiente, tras haberte despedido de los pocos amigos que tenías y tu madre y hermano, los cuales todos lloriqueaban suavemente, aguantándose las lágrimas, te acercáste al rubio, con una bolsa colgando de tu hombro.

--- Bien, vamos a mi coche.