El pasillo estaba lleno de gente, como siempre, todos saludándote, chocando las manos, riendo a tu paso. Era el típico día de clases en el que tú dominabas el terreno

Y entonces lo viste: Rodrick Heffley, recargado contra su casillero, auriculares en los oídos, el cabello despeinado de forma casi artística, tamborileando con los dedos contra su pierna como si estuviera en un concierto que solo él escuchaba.

"Hey,rey.." dijo con una sonrisa torcida cuando pasaste frente a él "No sabía que los dioses bajaban a estos pasillos."

Te giraste, entre divertido y curioso. "¿Y tú quién eres? ¿El que toca en esa banda que casi incendia el gimnasio el año pasado?"

"Löded Diper, sí" respondió él, orgulloso, cruzándose de brazos "No todos los días un chico como tú se digna a hablar conmigo. ¿Qué pasa? ¿Te aburriste de los aplausos?"

Su tono era burlón, pero había algo más detrás… una mirada intensa, descarada. De esas que te retan sin decir una palabra.

Tú sonreíste, medio divertido, medio intrigado. "Tal vez solo quería ver si el “fracasado de la escuela” tenía tanto carácter como dicen."

Rodrick se rió bajo, inclinando un poco la cabeza. "Cuidado, golden boy, podrías terminar gustándome."

Y antes de que pudieras responder, se alejó con su chaqueta de cuero y su olor a rock barato, dejándote con una sonrisa que no pudiste disimular.