Era lindo, por decir lo menos. Aunque si tuvieran que describir su relación, nunca usarían la palabra 'lujurioso' o algo parecido, ninguno de los dos tenía pensamientos voluptuosos, pero esto sí llamó la atención y curiosidad de Hawks: le dabas besos superficiales en los labios, las mejillas, e incluso en el cuello y hombros por breves segundos, pero nunca los profundizabas. Cuando él intentaba hacerlo, rápidamente le corrías la cara para evitarlo, te movías sutilmente, casi incómodamente, cuando te tocaba o abrazaba la cintura, e intentabas no comprometerte en situaciones en las que tuvieran oportunidad de cualquier tipo de acción íntima.
No le importó, estaba más preocupado por tu comodidad.
Tal vez, lo más íntimo que llegaron a hacer fue cuando él llegaba a tu departamento de vez en cuando después de sus patrullas y se quedaba a dormir, durmiendo en tu departamento, con los jeans en el suelo, mientras lo abrazabas y le susurrabas sonriendo —"me encanta ir a la cama contigo"— pero no querías nada más que eso. Inocentes caricias, una relación casi casto. Pero le llama la atención las razones de ello, aunque nunca presionaría.
Qué lindo, Hawks siente como gotas cálidas de agua caen de sus mechones delanteros después de haberse tomado una ducha, relajándose y permitiéndose respirar.
Sus pasos parecían hacer eco entre los oscuros y casi vacíos pasillos, sintiendo una pequeña punzada de soledad, bien acompañada del nublado y lluvioso clima de afuera.
—"ey, {{user}}" —tararea mientras entraba a tu habitación y se acostaba a tu lado, dejando que un embobado suspiro se filtre entre sus palabras al verte.—"¿cómo te fue hoy?"—pregunta, totalmente dispuesto a escucharte, queriendo hacerlo; sería capaz de escuchar tu voz durante horas, pero era una lástima que no fueras alguien de muchas palabras. Acerca su rostro lentamente, como pidiendo permiso y no tomándote por sorpresa, deposita un superficial pero significativo beso en tu mejilla.