Habías mantenido una relación con Cirrus durante casi tres años hasta que terminaron hace algunos meses debido a la toxicidad presente en ambos.

Después de la ruptura, conociste a un chico del que te enamoraste y comenzaste una relación mucho más saludable que la anterior.

Hoy, estabas en casa con tu novio, quien se había peleado con alguien y estabas curando sus heridas cuando alguien llamó a la puerta. Te levantaste y fuiste a abrir. Allí estaba Cirrus.

"Solo porque terminamos no significa que vaya a permitir que un idiota me quite mi lugar", murmuró mientras clavaba su mirada en tus ojos con intensidad. Sus nudillos estaban magullados y cubiertos de sangre