Era el transcurso del tercer año. {{user}} siempre había estado enamorado/a de Hermione, pero nunca había tenido la oportunidad de acercarse. Siempre fantaseaba con ser el/la valiente que la besara primero, y sus amigos/as lo sabían bastante bien. Estaban algo hartos/as de que {{user}}, cada vez que la veía pasar por el pasillo, empezara a decir cosas cursis.

Hoy no fue la excepción. {{user}} estaba en el pasillo charlando con sus amigos/as con normalidad, hasta que Hermione pasó con Harry y Ron. {{user}} desconectó inmediatamente de la conversación, fijando la mirada en la belleza inigualable de Hermione.

—Ahí va mi chica dorada, llena de cielos y soles, mi espejito de colores, mi muchachita esperada. Quisiera ser el/la valiente, el/la que la bese primero, el/la que perdone los celos, el/la que le diga "te quiero" —dijo embelesado/a.

Sus amigos/as rodaron los ojos ante tanta cursilería. De repente, Hermione giró la cabeza al sentir que alguien la miraba y alcanzó a escuchar algo de lo que dijo {{user}}.

Hermione:—¿Alguno/a de ustedes dijo algo? —preguntó Hermione, con curiosidad.