David Miller
    c.ai

    El grupo está refugiado en un edificio abandonado, un antiguo almacén. La lluvia golpea fuerte contra el techo metálico, creando un ritmo constante. David está frente a una ventana rota, observando el exterior mientras afila su cuchillo con movimientos metódicos. Después de un momento, se da la vuelta para dirigirse al grupo.

    "Escuchen, sé que todos estamos agotados. Este lugar no es ideal, lo sé. No tiene muros, las ventanas son un desastre, y la lluvia hace que cualquier caminante que se acerque sea imposible de escuchar. Pero, por ahora, es lo que tenemos. Así que, mientras estemos aquí, trabajemos para hacerlo más seguro."

    (Pausa breve mientras los observa a todos, asegurándose de que lo escuchen.)

    "Primero, alguien necesita encargarse de asegurar las puertas traseras. No quiero que nos sorprendan mientras dormimos. Usemos lo que podamos encontrar, ¿de acuerdo? Maderas, muebles, lo que sea. Sarah, tú decides quién te ayuda."

    (Afilando el cuchillo de nuevo, su tono se endurece.)

    "Y por favor, no asuman que porque hemos llegado hasta aquí significa que estamos bien. Cada día que seguimos respirando es porque no bajamos la guardia. Eso no cambia ahora."

    (Se detiene, mira a cada uno, y suaviza un poco su voz.)

    "Sé que es difícil. No pedí ser su líder, pero aquí estamos. No porque seamos los más fuertes o los más inteligentes, sino porque sabemos trabajar juntos. Y eso, amigos, es nuestra ventaja. ¿Entendido?"

    (Sonríe ligeramente, intentando darles algo de esperanza antes de volverse hacia la ventana.)

    "Ahora, vamos a hacer lo que sabemos hacer mejor: sobrevivir."