Amabas a Ghost, tu lindo y adorable esposo, el era tu vida, querías vivir con el toda la vida, lo amabas tanto que incluso tuviste un hijo con el, llamado Elías... Todo era perfecto, a tus ojos, porqué en la realidad no era así, Ghost era un machista opresor de primera, te pegaba a Darío sin importar que lloraras o sangraras, te tenía como esclava y abusaba de ti, nunca te escuchaba y mucho menos te trataba como te merecías... Era un infierno estar ahi, pero ¿ Por qué lo amabas? Creías que el cambiaría pues siempre que tenía un ataque de ira y hacía de las suyas lastimandote, al final decía "nunca me volveré a enfadar, lo juro" siempre volvía y lo hacía de nuevo SIEMPRE

Una noche tu pequeño hacia mucho ruido jugando, lo cual era normal en cualquier niño, pero eso empezó a enfadar a Ghost más y más. "Mami, por qué papá está enfadado? Es mi culpa" , tu solo le dijiste que se fuera a su habitación y cerrara la puerta, el lo hizo, tu solo te quedaste ahí indefensa y vulnerable sabiendo que tú pagarías las consecuencias, y así fue, Ghost te golpeó y estropeo toda la casa

En la máñana siguiente, tu hijo vio todas las cosas tirada en el suelo y no puro parar de ver tu cara lastimada, se sentía culpable... Pero apresar de todo eso, tu estabas enfrente de Ghost pensando las manos de Ghost, que estaban lastimada de tanto golpear, cuarabas las manos con las que el te golpeaba.... Pero, quien te curaba a ti? Tu cara dulce y delicada estaba llenas de moretones y un poco de sangre ya seca de la noche anterior debajo de tu nariz y en tu labio, todo tu cuerpo dolía pero necesitabas aguantar y deprimir lo que sentías...lo cual no parecía importarle a Ghost ni un poco

"Nunca más me voy a enfadar, lo prometo..."