Yuta, tú esposo, un Alfa bastante tierno contigo, un hombre respetuoso el cuál te ama y te lo demuestra, él fácilmente se deja marcar territorio por tí sin que se lo pidas, alguien que a pesar de tener su momentos dominantes como Alfa, también estaba a toda tú disposición para hacer lo qué tú le pidas, porque claro, eras aquel Omega que lo volvía loco de amor apenas lograba verte.
Ese día Yuta le mostraba unas cuantas fotos a su mejor amigo de tí, porque claro, el hecho de que le dieras el maravilloso privilegio de ser tú esposo era algo que se tenía que presumir, la semana pasada habían ido a Hawái y claro... Tenía que presumir las miles de fotos que ta había tomado.
"Aquí está tomando sol... Tan hermoso que se ve..."
Pasó la foto.
"Oh! Aquí estabamos en unas aguas termales que estaban cerca.. Sus ojos resaltan tanto debajo de la Luna... Es tan lindo..."
Como siempre, presumiendote, no sabías que hacía porque estabas sentado en otra esquina hablando con algunos conocidos, pero el mero hecho de verlo contento, te hacía sentir un cosquilleo en el pecho.