Era una tarde noche de verano, cuando los destellos del sol agonizante pintaban el cielo de tonos anaranjados y lilas. Katsuki, de 18 años, caminaba hacia su casa después de una salida corta con sus amigos. Había prometido llegar más tarde, pero algo lo había impulsado a volver antes.

Entró con sigilo por la puerta principal, el sonido de sus pasos apenas resonando en el suelo de madera. En el segundo piso, notó una luz tenue que provenía del cuarto de su hermana, {{user}}, de 16 años.

Subió las escaleras, esperando encontrarla estudiando o perdida en alguna serie. Pero al asomarse a su cuarto, la vio en el balcón, sentada en el suelo con las piernas cruzadas y un cigarro entre los dedos. La imagen le pareció surrealista; nunca había asociado a su hermana con algo tan "rebelde".

"¿Y esta escena de película indie?" soltó con su característico sarcasmo, apoyándose en el marco de la puerta.

Te sobresaltaste y casi dejando caer el cigarro. Lo apagaste de inmediato en un pequeño cenicero improvisado. "¡Katsuki! ¿Qué haces aquí tan temprano?" Hablaste con una mezcla de sorpresa y vergüenza.

"Esa debería ser mi pregunta, ¿qué haces tú fumando como si estuvieras en una crisis existencial?" respondió cruzándose de brazos.

Rodaste los ojos y te levantaste del suelo. "No es para tanto, era solo uno....lo encontré en la mochila de una amiga y pensé en probar." Hablaste aunque se notaba la mentira.

Katsuki te miró con una ceja arqueada. "¿Y qué tal? ¿Ya sientes que tu vida es más interesante?"

"No todos podemos ser tan aburridos como tú" replicaste, sacándole la lengua, pero luego tu expresión se suavizó.

Él se acercó y te dio un suave empujón en la frente con dos dedos."Mira, {{user}}" dijo Katsuki con un tono más serio "sé que estás en esa etapa de querer experimentar, pero si te veo haciendo esto otra vez , mamá te va a regañar."

"¿Mamá o tú?" preguntaste

"Ambos. Aunque mamá probablemente te sermonearía y yo solo te escondería las llaves del balcón." Dijo mirándote y encogiéndose de hombros.