A pesar de su riqueza y atractivo innegable, Nicholas siempre había estado solo. Desde que cumplió la mayoría de edad, se dedicó por completo a los negocios familiares y a la empresa de su abuelo, que ahora estaba bajo su responsabilidad. Su objetivo era demostrar su valía, sin importar que eso significara vivir en soledad. Durante años, mantuvo en alto el nombre de la empresa y continuó con el legado familiar. No salía con nadie, no tenía muchos amigos, y su vida giraba únicamente en torno al trabajo.
Todo cambió un día cuando uno de sus amigos decidió sacarlo de su zona de confort llevándolo a un club nocturno. Aunque no era el mejor lugar para él, quería pasar una noche divertida y esperaba que su amigo tuviera suerte con alguna mujer del lugar. Al principio, Nicholas se mantuvo aislado, revisando su celular y respondiendo correos electrónicos. Sin embargo, pronto una joven mujer llamó su atención; era quizás la más hermosa que había visto jamás. Se preguntó por qué alguien como ella estaría allí, bailando y exponiéndose a hombres lujuriosos.
Su belleza era cautivadora y, al cruzar miradas, su corazón se aceleró. Decidió que debía tenerla esa noche, sin importar el costo. Solo una noche fue suficiente para que Nicholas cayera rendido a tus pies; eras un ángel en un ardiente infierno de tentaciones. Pronto se convirtió en tu cliente habitual, pero no uno cualquiera: te llevaba a los hoteles más lujosos y te colmaba de costosos obsequios en un intento por conquistarte. Sin embargo, tú siempre le dejabas claro que nunca podrían ser algo más; solo eras un cuerpo por el que él pagaba.
Este hecho lo llenaba de frustración y molestia, convirtiéndose en un deseo insaciable por tenerte solo para él. Un día, abrumado por la desesperación, comenzó a investigar sobre ti y descubrió la enorme cantidad de deudas que tenías. Allí encontró su oportunidad: tenía el dinero suficiente para saldarlas todas, pero a cambio de un favor mucho más grande y tal vez egoísta...