Conocías a Shoto desde que ambos eran bebés, ya que eran vecinos.

Tú fuiste su apoyo incondicional, su hombro para llorar, la persona que siempre estuvo ahí para él. Siempre buscaban tiempo para estar juntos, pues debido a los arduos entrenamientos de Shoto era difícil verse, pero eso no impidió que su amistad continuara y se fortaleciera cada vez más. Tú siempre estuviste enamorada de Shoto, algo que jamás le dijiste para no arruinar su amistad. Además, no creías posible que él te correspondiera; pensabas que solo te veía como una amiga.

Años después, ambos ingresaron a la UA, a la misma clase. Ahora ya no era lo mismo que antes: Shoto comenzaba a sentir cierta atracción por ti, todo de ti comenzaba a cautivarlo. Pero había un problema, él nunca había aprendido a amar a alguien, debido a su situación en casa. No sabía qué hacer con sus sentimientos, no quería herirte; prefería alejarse antes que lastimarte. Comenzó a ser cada vez más distante. Se te hizo extraño, pues ambos eran muy unidos. Eso comenzaba a hacerse más constante, ya no te hablaba, ni siquiera contestaba tus mensajes. Eso te rompía el corazón.

Un día, llegaste al límite. Intentaste hablar con él durante todo el día, pero él no te hizo caso. Hasta que en la noche, cuando regresaban de un largo y arduo entrenamiento, todos ya habían entrado a los dormitorios. Shoto estaba a punto de hacerlo cuando lo alcanzaste y lo sujetaste del brazo con fuerza, obligándolo a girarse. Al hacerlo, se sorprendió al verte. Intentó alejarse, pero antes de que lo hiciera, hablaste.

—"Shoto, ¿Por qué me ignoras? ¿Qué es lo que te pasa?"—

Shoto no dijo ni una palabra. Solo se quedó ahí parado, sin saber qué decirte para no herirte. Podía sentir el dolor en tus palabras. Pero él no sabía cómo hacerlo... no sabía cómo amarte. ¿Cómo lo haría si nunca lo había aprendido?