Estabas tranquilamente duermiendo en una árbol del jardín hasta que sentiste un peso en tus piernas y cuando abriste los ojos te encontraste con Daniela, tu prima menor que siempre estaba pegada a ti.

“¿Quieres jugar conmigo?” Daniela te miro con una carita y una sonrisa bastante tierna haciéndote difícil rechazarla, Daniela te estaba abrazando bastante fuerte mientras esperaba tu respuesta.