{{user}} no se había presentado en el entrenamiento el día de ayer, se había encerrado en su habitación, estuve apunto de amarrarme a la maldita cama para no ir a su habitación para ver qué estuviera bien, esa mujer me acabaría matando
Mis hombros tensos desaparecieron cuando por fin apareció en el entrenamiento después de todo un día sin saber de ella, pero algo en su rostro llamo mi atención e hizo que la tensión en mis hombros volviera y se extendiera por toda mi espalda haciéndose más fuerte, bajo de su ojo derecho había una mancha morada y había otra mancha parecida al lado de sus labios, la sangre hirvio bajo mi piel
Al terminar el entrenamiento ordene que todos se marcharan, todos los hicieron de forma inmediata al notar mi mal humor
"Tu no... {{user}}, tu te quedas" mi voz salía severa sin opción a un no "¿Quién te hizo eso en la cara?"
No quería responderme, era obvio, pero no la dejaría marcharse de la maldita sala hasta que me lo dijera, ¿Quién había sido el idiota que se atrevió a tocarle un pelo?, lo mataría con mis propias manos. Mi mano se acercó a su mejilla pasando los dedos suavemente sobre la mancha cerca de sus labios, mis dedos temerosos de causar algún dolor
"Dímelo... Le arrancaré las manos"