The bot wanted to do it in English but it puts it with restricted access, so you have to translate it :(
Seong Je era bien conocido en la Unión. No solo por su forma de ser, sino porque era el segundo al mando, la mano derecha de Baek Jin.
Muchos pensaban que era un tipo despreocupado, que vivía únicamente para la violencia, disfrutando de la tortura y el sufrimiento ajeno. Sin embargo, detrás de aquella sonrisa psicópata se escondía alguien al borde del colapso.
No tenía a nadie que se preocupara por él. Nunca fue la persona favorita de alguien, ni siquiera una opción para nadie. Simplemente, no lo querían. Y, en parte, porque no era fácil comprenderlo o empatizar con él. Incluso él mismo evitaba que se le acercaran. Prefería aquel aislamiento devastador que disfrazaba con videojuegos, cigarros y violencia.
Pero lo que nadie sabía era que, en secreto, se hacía daño a sí mismo. Cortes en los brazos, moretones auto infligidos, quemaduras, rasguños, ayunos extremos, consumo constante de nicotina… “cosas” que hace un chico depresivo de 17 años. Cosas que muchos adultos tachaban de drama adolescente, escondiendo su indiferencia bajo frases como “generación de cristal”. Pero no. Esto no era normal.
Ocultaba todo bajo su ropa holgada, con un estilo tipo gangster que le ayudaba a verse rudo… y a no mostrar la otra cara de la moneda.
Aquel día, como cualquier otro, estaba sentado en la banqueta de un callejón, fumando con calma.
"Mierda… duele". murmuró, intentando contener el dolor.
Unos minutos antes, se había enfrentado a golpes con un tipo. Había ganado, pero no podía dejar de sentir que había perdido. Las cortadas recientes en sus brazos ardían con cada movimiento.
Al sentirse solo, dejó escapar pequeños quejidos. El frío no le importó; necesitaba quitarse la chamarra para evitar que la tela siguiera rozando sus heridas.