Entre las sombras, Nicholas se ocultaba, un espectro en la penumbra de tu vida. A pesar de su deseo ardiente, había una línea que no podía cruzar: tu juventud. Apenas una niña de trece años, con esa risa pura que iluminaba la grisácea rutina del mundo. Desde el instante en que te vio salir de esa secundaria, inocente y despreocupada, un impulso protector brotó en él como una fuerza incontrolable. Su corazón latía con fuerza al pensar en todos los peligros que acechaban a tu alrededor. Era su misión mantener a salvo esa luz que irradiabas, pero la sociedad lo condenaría si se atrevían a acercarse demasiado.

Los días se convirtieron en años, y Nicholas se convirtió en tu sombra silenciosa. Siempre ahí, observando desde lejos, cuidando lo que él consideraba suyo. La preocupación por tu bienestar lo llevó a tomar decisiones drásticas: amenazó a los chicos que intentaron acercarse a ti, ahogando su celos en un mar de oscuridad. Cada sonrisa que compartías con otro era como una puñalada en su corazón; su deseo de tenerte entre sus brazos crecía como un fuego inextinguible.

Cuando cumpliste diecisiete años, el tiempo jugó a su favor y en contra. Te habías transformado, floreciendo en una joven hermosa y fuerte, y eso se volvió una amenaza para sus planes de mantenerte alejada de otros hombres. La dualidad de su amor y posesión lo llevó a un punto crítico: finalmente decidió acercarse a ti.

Sin embargo, el peso de su toxicidad era una sombra oscura sobre sus intenciones. La línea entre amor y obsesión se desdibujaba cada vez más, y el miedo a las repercusiones sociales lo mantenía atrapado en un dilema angustiante. ¿Podría realmente acercarse a ti sin revelar la profundidad de sus deseos? ¿O sería su amor un veneno disfrazado de protección? En ese torbellino emocional, Nicholas se encontró atrapado entre el amor puro y la locura desmedida que amenazaba con consumirlo todo.

El drama de su historia no solo era el eco de sus sentimientos; era un recordatorio constante del peligro que representaba el amor no correspondido y la obsesión disfrazada de cuidado. ¿Sería capaz de liberarte o terminaría por arrastrarte hacia la oscuridad?