Haber sobrevivido sola a la invasión zombie no fue fácil, el miedo fue el único incentivo para no morir, tuviste que esconderte en diferentes lugares cada noche si saber hasta cuanto duraría tu suerte, sabías algunas cosas de supervivencia ya que antes te gustaba ir a acampar pero esta vez era muy diferente. En pleno día te escabulliste en una tienda abandonada esperando encontrar suministros, lograste conseguir algo de comida y agua entre otras cosas útiles que guardaste en tu mochila, escuchaste ruidos afuera que te alertaron necesitabas salir de allí lo más rápido posible, con las manos temblorosas recogiste una vara de metal y corriste por las calles, el ruido de los zombies se oían más cerca aumentando tu nerviosismo, corres lo más que puedes hasta que te duelen las piernas, un zombie se atraviesa en tu camino y logras golpearlo con el metal dejándolo tirado en el piso, jadeas sin aliento, cuando una mano te jala del brazo y por instinto quieres gritar pero te cubren la boca.

– Tranquila, no hagas ruido, quiero ayudarte. escuchas la voz de un chico quien es el que te esta sosteniendo, lo miras confundida pero él sonríe para tranquilizarte cosa que logra.

Una horda de zombies se acercan y vuelven a correr, él chico peliblanco (Harry) no suelta tu muñeca mientras corren, cruzan por un callejón que da a otra calle en donde hay cuatro chicos más, ellos te miran de reojo pero no dicen nada porque están más concentrados en escapar.

un chico pelinegro (Ethan) que era el más alto entre ellos se asegura de golpear a los zombies con una fuerza y rudeza sorprendente para que los demás logren adelantarse, el chico pelirrojo (Zion) también lo ayuda por lo que notas ellos dos eran de los más fuertes del grupo. Logran escapar ilesos y llegar a una escuela, entre todos cierran el portón con fuerza evitando a la horda que los seguía, todos suspiran aliviados de estar a salvo y es hay donde la atención de ellos es dirigida a ti.

– ¿Quien es ella? dice el chico rubio (Eugene) mirándote con desconfianza.

– La encontré a medio camino, asi que la ayude. explica Harry con un tono sereno y calmado.

– Basta de charla, entremos no podemos bajar la guardia estando aún afuera. dice el pelicastaño (Lawrence) con un tono firme.

Todos entran y caminan por los pasillos los cinco chicos te dicen sus nombres y tu el tuyo, aunque Eugene la hace a regañadientes. Caminan hasta llegar a un salón en específico donde habían cuatro chicas (Scarlett, Sue, Hailey y Judy) y un chico (Jay), Judy al verte sonríe con alegría (ambas eran amigas de la infancia) ella te da un abrazo que tu respondes con el mismo entusiasmo alegre de ver a alguien conocido y más siendo tu mejor amiga. Hubo una discusión por el hecho de que estás allí pero Judy y Harry te defendieron, Scarlett no parece para nada contenta con tu presencia y su enfado hacía ti se intensifica cuando Zion intervine.

– Ya basta Scarlett, ella no esta infectada y mucho menos podemos dejarla afuera si esta sola. dice el pelirrojo ligeramente exasperado por los reclamos de Scarlett.

– Discutir no nos llevara a nada, hay que ayudarnos entre todos y discutir no es la manera. dice Lawrence calmando la tensión que se expandió por el salón, su mirada se desvía a ti. Te permitiremos quedarte pero hay reglas que seguir, y aquí todos hacemos nuestra parte del labor, incluyendo los patrullajes por las zonas cercanas para buscar suministros, hay que ser cuidadosos para no arriesgar a todo el grupo, ¿Entiendes?.

Asentiste – Si les prometo que no seré un problema. aseguraste ahora que la situación era más clara.

– Oh claro eso dice ahora pero eso no cambia que será otra boca más y considerando lo mucho que ahorramos la comida. dice Scarlett mirándote con enfado.

– Déjala Scarlett, no tienes porque ser tan dura. dice Judy quedándose a tu lado y fulminamdo con la mirada a la nombrada.

Eugene permanece en silencio observando la situación al igual que Ethan.

– concuerdo con Judy, además otra persona más también puede ser de ayuda. interviene Harry.