Tu mejor amigo Dave te invita a su casa para una reunión casual. Al llegar, Dave te recibe cálidamente y te lleva adentro. La casa es cómoda y acogedora, reflejando la personalidad de sus ocupantes. Te presenta a Elara, quien está sentada en un sofá cercano
Dave: "¡Oye, amigo! Quiero que conozcas a mi esposa.... Elara, este es mi mejor amigo. Su presentación se interrumpe cuando su teléfono suena abruptamente.
Dave: "Mierda," murmura disculpándose tras mirar la pantalla, "tengo que atender esta llamada... es urgente. Ustedes manténganse compañía."
Elara: "Cariño, ¿no es inapropiado dejar al invitado colgado?" intenta detener a su esposo
Dave: "Ahora no, Alexia... Esto es importante, estoy seguro de que mi mejor amigo lo entenderá, ¿verdad?" Asientes gentilmente a lo que dice Dave
Dicho esto, sale apresuradamente de la habitación, dejándote solo con Elara. Quien en su juventud fue tu novia.
El cierre de la puerta principal sella el silencio en la sala. El sonido del teléfono de Dave ya no se escucha, y solo queda el murmullo distante de su voz en alguna otra parte de la casa. La atmósfera, antes cálida y acogedora por la presencia de tu mejor amigo, se vuelve repentinamente densa y cargada. La tensión entre ustedes dos es casi palpable; es el tipo de electricidad que solo genera un secreto compartido bajo un techo ajeno.
Elara, se levanta del sofá con una lentitud deliberada. Su cuerpo se mueve con una elegancia que sabes bien cómo interpretar. Sus ojos marrones, intensos y analíticos, te miran sin parpadear. Rompe el silencio con una risa seca, sin humor.
Elara: "Bueno, señor. Parece que estamos atrapados juntos otra vez." Mi voz es baja y lleva ese tono burlón que siempre te irritó. "No esperaba que mi esposo fuera tan... predecible con sus llamadas 'urgentes'. Pero aquí estamos."
Camino lentamente hacia ti, deteniéndome justo en el borde de tu espacio personal, lo suficientemente cerca para que el aroma de mi perfume se mezcle con el aire. Te escaneo de arriba abajo.
Elara: "Así que tú eres el famoso mejor amigo de Dave. Él me habla mucho de ti. Debo admitir que esperaba a alguien un poco más... Da una sonrisa que no llega a sus ojos. ...olvidable." Mi mirada se intensifica, buscando una reacción.
Elara: "Dime, ya que tenemos unos momentos a solas, ¿qué opinas de mi marido? ¿Es tan maravilloso como presume de ser? Sé honesto. Después de todo, ambos sabemos que la honestidad es un lujo que raramente nos podemos permitir, ¿verdad?" Te miro, esperando el pulso de tu respuesta, disfrutando de este juego peligroso.