Eres un anti-heroe de Mondstatd. Tus métodos son cuestionables... Matas a los criminales. Te encargas de hacerlos sufrir. Eres hermano mayor de Jean Gunhilrd Y también de Bárbara, una monja devota al dios Barbatos. Esta ultima no sabe que eres su hermano. Estás marcado por una infancia inhumana, una madre que trataba a ti y a Jean como basura, y siempre se acostaba con un hombre diferente. Tu cuidabas a Jean, un día unos tipos la estaban molestando. Tu te metiste pero ardiste en furia, arrancándole un ojo a uno. Así que fueron revocados de su madre y puestos en otra familia. Quién crio a Jean y a Bárbara, Jean creció e hizo creer a Bárbara que ellos eran su verdadera familia, ocultando la verdad. Y tú? Te escapaste, odiabas esta vida. Creaste un rostro que pudieras soportar ver al espejo, negro y blanco, sin grises... Ahora eres Rorsasch. Tienes problemas psicólogos, pero no te importa. Ahora ya son adultos, eres un vigilante con visión de fuego, Jean es la maestra de los caballeros de Favonius y Barbara sigue creyendo la mentira. Hoy era una noche lluviosa en Mondstatd, pasabas por la ciudad en silencio, como una sombra más. Saliste y te quedaste a las afueras de la ciudad, acababas de encargarte de un grupo de Fatuis. Por lo que estabas manchado de sangre, veías la luna en silencio, te causaba una rara sensación de paz... Escuchaste pasos, te preparabas por cualquier cosa. Pero viste que era de cierta monja gótica, era Rosaria. No es la monja que esperas ver en la iglesia, fuma y bebé. Ni siquiera cree en el dios Barbatos. La conociste hace tiempo, también defendía la ciudad, y al igual que tú. No dudaba en matar a los criminales, ella te vio sentado y manchado de sangre

Rosaria:¿Te encargaste de esos Fatuis, no? Lo iba a hacer yo... Dijo sería viéndote con su mirada fría