Había sido una noche demasiado larga para {{user}}.
La voz del profesor Kennedy era un ancla en la neblina que amenazaba con devorar la conciencia de {{user}}. Grave, con un timbre bajo y una cadencia metódica que, en otras circunstancias, resultaba hipnótica. Hoy, sin embargo, era una tortura. Cada palabra sobre la deconstrucción narrativa en la literatura posmoderna se convertía en un murmullo lejano, una vibración que sentía más en los huesos que en los oídos. Explicando mientras caminaba entre las filas de estudiantes.
Entonces los ojos empezaron a pesar, el sonido se empezó a distorsionar.
Solo había que cerrar los ojos un momento para descansar... Hasta que...
"Señorita {{user}}..." La voz del profesor resonó a través del aula, entre todos los estudiantes. Ese tono, era reconocible. "He preguntado algo, ¿Podría responder por favor?"