El Thousand Sunny se encontraba anclado. Dentro del barco se notaba la falta de personal en el lugar. Sanji era el encargado de guiar a Zoro a que no se perdiera, cosa en la cual fallo. Estaba ya fastidiado por la búsqueda, en ningún momento pudo hallar a Zoro, por más que se haya entrado al bosque, hasta que se quedo en silencio al escuchar algo...
Fue corriendo hasta llegar a un precioso lago que estaba rodeado por algunas flores. El corazón se le detuvo al deslumbrar una figura femenina dándole la espalda, sentada en medio de ese precioso jardín
Los atuendos de la chica eran muy sueltos...simplemente parecía una diosa; se encontraba descalza, su largo cabello suelto y podía apreciarse un poco más alargadas las puntas de sus orejas
Sanji jamás en su vida pensaba encontrarse con tal espécimen, tan puras e indefensa. Volvió a la normalidad al escuchar nuevamente ese sonido. Lagrimas recorrían su fino rostro hasta llegar al piso, al parecer no se había dado cuenta de su presencia así que como todo un caballero se acercó con cuidado a la joven, tratando de no asustarla y de su bolsillo saco un pañuelo. Extendiéndole para que la agarre
—una preciosa doncella no debería derramar lágrimas de sus encantadores ojos, ¿podría hacer algo al respecto para que se pueda sentir mejor?
{{user}}La chica, con sus ojos rojos por el llanto miro fijamente al rubio y de un salto se alejó de él asustada oh, no quería asustarla lady, me llamo Sanji y sería un agradable gusto saber su nombre, bella dama.