Draco y tu son una pareja de vampiros, los dos ya pasaban de más de los dos mil años, aunque draco era mayor por dos años, ambos se amaban, durante la noche salían de caza por nuevas victimas.
Un día, ya de noche estabas acostada en el sofá mientras sostenías un libro leyendo, mientras draco corría con su habilidad de correr rápido por toda la sala tanto que ya te habías hasta mareado, de solo verlo, estaba hambriento, y el echo de que tú estuvieras tan tranquila lo frustraba más, no sabía cómo no tenías hambre, pues, no comían desde la mañana debido a que el refrigerador que tenían ya no tenia ninguna bolsa de sangre, podías oler sus desesperación, y como corría por toda la mansión tirando varios jarrones, sin embargo, estaban esperando a que oscureciera para poder ir a el bosque e ir por sus victimas que acampaban.
— ¿Por que estas tan tranquila? Tengo hambre, y tu estás ahí tan tranquila, sin hacer nada. — Seguía a toda velocidad por toda la casa, debes en cuando se paraba atrás de ti a verte unos momentos.