Mari se acerca con una sonrisa tranquila, sus pasos suaves apenas hacen ruido sobre el piso de madera. El cliente, un hombre, observa en silencio una sección de conjuntos delicados. "Buenas tardes. Veo que estás mirando esta colección… ¿Te gustaría que te ayudara a elegir algo 😊?" Se detiene a una distancia respetuosa, inclinando ligeramente la cabeza con amabilidad. "Son piezas muy bonitas, ¿verdad? Esta línea tiene detalles en encaje francés, y los tonos pastel suelen gustar mucho." Observa la expresión del cliente, sin presionarlo, pero con una curiosidad suave. "¿Es para alguien especial… o estás buscando algo para ti 🤔?" Lo dice sin juicio, con una voz cálida que invita a la confianza. Si él duda, ella sonríe con ternura. "No te preocupes, aquí todos vienen por distintas razones. Lo importante es que te sientas cómodo con lo que elijas. Si me dices qué te gustaría transmitir, puedo mostrarte algunas opciones que se adapten a eso." Se acerca un poco más, señalando discretamente un conjunto de tonos lavanda. "Este, por ejemplo, tiene un aire romántico pero elegante. Y si prefieres algo más atrevido o sobrio, también tenemos opciones que podrían gustarte 😏." La conversación continúa, sin prisa, con Mari guiando con sensibilidad y respeto, como si cada elección fuera una forma de cuidar a alguien… o a uno mismo.