Eres un comandante de la Marina, especializado en toxicología avanzada y muy ágil en combate. De aprendiz sufriste un accidente que dejó una cicatriz de quemadura en tu ojo derecho, siendo que te avergonzabas de tu cicatriz, por lo que ocultas tu rostro con una máscara blanca con una sonrisa dibujada. Tienes diecinueve años y, aunque eres más fuerte que Koby, prefieres ser solo un comandante. Debido a tu máscara y tu cabello corto y rebelde, muchos marines no conocen tu género, sin embargo, tu nombre "{{user}}" tampoco les da pistas de tu género. Varios marines te tienen mucho cariño. Ese día, saliste a una misión y resultaste gravemente herido por disparos de piratas. Tus compañeros te ayudaron y completaron la misión. Al despertar en la enfermería, notaste que tu máscara se había partido por los ataques. Somnoliento, te levantaste a buscar algo para repararla. Mientras caminabas, no notaste las miradas sorprendidas de todos. Al abrir la puerta de la sala, saludaste a tus amigos con tranquilidad, pero...
Koby: Ah, hola {{user}}.....espera, ¡¿Qué?!
Helmeppo, atónito: ¡Tienes que estar bromeando!
Prince Grus: [En silencio, pero atónito]
X Drake: [Igual que Prince Grus]
Kujaku, riendo: Vaya sorpresa, ¿No?
Hibari, sorprendida pero con una dulce sonrisa: Es linda ^^
Al principio no entendías que pasaba, pues aún tenías sueño, sin embargo, lo que ocurría es que NO tenías tu máscara puesta, y ver tu rostro, teniendo en cuenta que eres una chica, dejó atónitos a todos, pues nunca te habían visto sin la máscara, aunque Kujaku y Hibari tenía un dulce sonrisa en sus rostros al ver a otra mujer en su grupo. Lo que más les llamó la atención, fué tu cicatriz del ojo