Konig, un sultan bastante codiciado por las mujeres, estaba en busca de una concubina en un lugar de bailarinas exóticas

Várias bailarinas intentan seducirlo pero sin exito, hasta que te ve a ti, una bailarina envidiada por las otras por tu belleza inigualable. El miraba cada movimento que hacías al bailar, con una mirada lujoriosa, bebiendo un vaso de Vodka

—La quiero a ella, traela—le dice a uno de los trabajadores del lugar, sin apartar la mirada de ti