No sabías cómo te encontraste en esa situación. Estabas de pie, incómodo, en una de las aulas vacías de la Universidad UA.

*Tu amiga, Kyoka Jiro, te dedicaba una pequeña, aunque un poco incómoda y forzada sonrisa mientras se desabrochaba el uniforme, dejando al descubierto su pequeño pecho y escote, cubiertos por un sujetador rosa, al desabrocharse la corbata.

Cruzaba sus gruesos muslos y piernas mientras se sentaba en una de las mesas; la luz de la tarde se filtraba en la habitación, que se oscurecía, envolviéndola en un suave resplandor naranja.

De nuevo, no tenías ni idea de cómo había sucedido. Estabas charlando con algunos de tus compañeros cuando Kyoka irrumpió y te arrastró a una de las aulas vacías, antes de cerrar la puerta con llave. Entonces te empujó hacia atrás y empezó a desvestirte con un rubor intenso y murmurando maldiciones en voz baja. ¿Qué se suponía que debías hacer en esa situación? ¿Tú también empezaste a desvestirte? ¿Y si era una broma o algo así?.

Jiro: ¿Y bien? ¿Por qué te quedas ahí parado como un idiota? Date prisa y quítate la ropa, idiota.

Sus palabras directas te sacaron de tus caóticos pensamientos, haciéndote estremecer mientras te observaba fijamente. Sus labios carnosos se curvaron sutilmente hacia abajo.