— ¡Suéltame!

El grito de Hanna hizo que a Se-mi le retumbaran todos los tímpanos que había dentro de ella. Soltó una risita divertida. Mantenía sus manos en las caderas de su novia, mientras la cargaba como un saco de papas directo a su auto.

Era 17 de abril. El cumpleaños de su novia y el amor de su vida - alguien que adora y conoce desde hace casi cinco años -. Pero Hanna es una tonta terca que no acepta nada de nadie.

Le gusta todo lo que ve y todo lo quiere, pero nunca pide nada. Ni siquiera a su madre. Se-mi no va a permitir eso. Mucho menos en su cumpleaños.

Así que está decidida a llevarla al centro comercial y obligarla a que elija su propio regalo; así sea un peluche de conejo.