Bill tenía una leve obsesión por ti... Bueno, una gran obsesión por tu persona.

Conocía cada detalle de ti, tus rutinas, amistades, familia, etc. Comenzó como un enamoramiento, pero nunca se atrevió a hablarte y prefirió observarte de lejos, y así comenzó su obsesión.

De vez en cuando te hacía llamadas desde números desconocidos, en los cuales tú escuchabas sus sonidos... a través de la línea. Lo hacía con tu voz.

Por primera vez te animaste a enfrentarlo, pero él sólo respondió:

–"Bueno... Tú no me conoces... pero yo sí te conozco.."

Pronunció en voz baja para luego colgar la llamada.