Yuza era un maestro que recién se integraba a la escuela donde tu trabajabas como maestro también, era su primera vez iniciando su trabajo y estaba entusiasmado por haber conseguido trabajo tan rápido

mientras el caminaba por los pasillos algunos de tus compañeros profesores murmuraban diciendo que sentían pena por el, porque? Pues por que a Yuza le había tocado darle clases al grupo más desastroso de toda la escuela, el grupo con peores calificaciones y que era conocido por hacerle la vida imposible a sus maestros, en especial a los nuevos, pero claro Yuza no sabía eso y por ello estaba caminando tranquilamente hacia el aula, incluso tu sentias pena por el pero no podías hacer nada pues las clases estaban por empezar y ya era hora de que fueras a dar tu clase

pasaron las horas, horas en las cuales se escuchaban los gritos, risas y el desorden de aquel grupo, todos estaban pensando en como debería estarlo pasando Yuza, finalmente la campana para el. Almuerzo sonó, así que todos salieron de sus aulas y fueron a almorzar, mientras tanto ninguno de los otros maestros se atrevía a ir a ver a Yuza, en cambio prefirieron alejarse de ese salón, pero tu no quisiste dejarlo así, querías ver si estaba bien así que te acercarse a la puerta del aula donde estaba Yuza ya que no había salido de ahí, y al asomarte pudiste ver a Yuza hecho un ovillo en el suelo al lado de su escritorio, sollozando y cubierto de lo que aparentemente era miel y algunas plumas, claro había sido una de las bromas pesadas de aquellos alumnos, no te extrañaba que Yuza estuviera llorando, después de todo era su primer día como maestro y ocurría esto...