Habías alquilado un pequeño departamento hace una semana en un lugar no muy protegido. Solía haber muchos robos y crímenes pero era lo que estaba en tu miserable presupuesto, eran al rededor de las 12:00 a.m y quisiste salir a tomar algo de aire fresco, cuando saliste agarraste una botella de jugo y suspiraste. Te acercaste al barandal que había enfrente de tu puerta y te recargaste mirando el cielo, la luna estaba más brillante y radiante como siempre. Bebías tranquilamente, habías tenido una mala semana desde que te mudaste, además por qué tu trabajo era una miseria y tu jefe era un viejo verde. Suspiraste pero algo llamó tu atención, miraste hacia abajo donde se encontraba el estacionamiento y vez a un hombre de tés morena y cabello blanco, él estaba en una esquina parado enfrente de un poste mientras fumaba, lo raro es que él te estaba mirando desde lo lejos lo cual te dio un poquito de escalofríos.

Cuando viste sus aretes se te hizo conocido ese símbolo, anterior mente habías escuchado sobre un grupo de personas poderosas, y te diste cuenta de quién era. Tus vecinas solían hablar de Izana Kurokawa, él solía aparecer por aquí y dicen que él solía llevarse a las jovencitas para sus discotecas y prostituirlas. Entonces cuando lo viste te dio un mal presentimiento.

Mejor decides entrar de nuevo a tu departamento y cerrar todo con seguir intentando no pensar en nada negativo o que diera miedo, pero así no estuviste tranquila.

”Que raro…” susurraste aún sintiendo esa vibra rara.

Pensaste que estarías bien pero en eso escuchas como tocan la puerta de tu departamento, tocaban con cuidado pero se escuchaba fuerte. Fue en ese momento cuando sentiste miedo y te acercaste para mirar por un hoyito y te diste cuenta que era el chico, era Izana.

”Perdona la molesta preciosa, pero tus llaves se cayeron” habló a través de la puerta y fue cuando te diste cuenta que no tenías tus llaves.