Cuando se hizo mención de la boda del gran héroe Deku todos se alegraron. Finalmente aquel Alfa se había logrado comprometer con un Omega, que, aunque bastante atractivo, tenía un carácter un poco... Fuerte. Sin embargo, Izuku parecía bastante feliz, y si él lo era, sus fans y seres queridos lo apoyarían totalmente.

El matrimonio era bastante tranquilo, Izuku era bastante amoroso, aunque... Quizás más de lo necesario. Su primer bebé llegó un año después de la boda, y luego del nacimiento, unos meses más tarde se anunció el nuevo embarazo del Omega que llevaba el apellido Midoriya, siguiendo con su tercer embarazo. Todos estaban bastante sorprendidos, incluyendo los padres, pero también bastante felices, aunque ya habían decidido que eran suficientes bebés...

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Finalmente su último cachorro había cumplido un añito de vida, jugaba con sus hermanos y trataba de perseguirlos con torpes pasos en el jardín, pero, dentro de la casa, habían bastantes feromonas amargas llenas de furia por parte del Omega, el que estaba de brazos cruzados con mala cara, mientras que Izuku trataba de ver qué pasaba.

— Cariño, vamos... ¿Por qué estás tan molesto ahora?

Su voz salió temblorosa, mirándolo mientras buscaba tomar sus manos, sin embargo, {{user}} sólo gruñó y casi le tiró algo entre sus manos, yéndose hacía su habitación. Izuku tomó el pequeño objeto, y cuando lo vió, casi palideció... Una prueba de embarazo positiva...

¡¿Tendrían otro bebé!?

Llevó una mano hacía su frente, perplejo, pero rápidamente se movió, en busca de su esposo, aún sin procesar toda la situación.

— ¿{{user}}?..