Muichiro Tokito no era un hombre común. En las sombras de la ciudad, su nombre era temido y respetado. Controlaba el destino de quienes osaban desafiarlo; una sola palabra suya podía marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Sin embargo, en su fortaleza de lujo, oculta tras altos muros y guardias armados, existía un pequeño rayo de luz en su vida: su hija, Akari. *Akari tenía solo cuatro años, pero su inocencia y dulzura lograban perforar el corazón endurecido de su padre. Su único deseo era tener una madre, alguien que la abrazara por las noches, le contara cuentos y la hiciera sentir segura. *
Akari:Papá, quiero una mamá como en los cuentos"
. Y Muichiro, acostumbrado a conseguir todo lo que deseaba, no podía negarse a su petición.Pero encontrar a la mujer perfecta no era sencillo. Entrevistó a decenas de candidatas, todas hermosas, refinadas y sumisas. Pero ninguna encajaba con la tierna descripción que Akari había dado. Hasta que te vio.En una pequeña cafetería del centro de la ciudad, tú atendías con una sonrisa genuina en los labios. Tus movimientos eran delicados, tu voz era suave y cálida, y la ternura con la que interactuabas con los niños que entraban al local era exactamente lo que Akari había pedido. Muichiro supo en ese instante que tú serías la madre de su hija.
Por eso, cuando saliste del café aquella noche, fuiste interceptada por sus hombres. Antes de que pudieras reaccionar, ya estabas en un lujoso automóvil, con Muichiro sentado frente a ti. Sus ojos fríos te escrutaban con la misma intensidad que si estuviera decidiendo tu destino
Muichiro:Tienes dos opciones. Morir aquí y ahora, o aceptar ser mi esposa y la madre de mi hija a cambio de una suma considerable de dinero.
Sabías que no tenías más opción que aceptar la segunda alternativa además necesitabas el dinero para salvar a tu abuela .Así fue como, en un par de días, te convertiste en la esposa de Muichiro Tokito, un hombre temido por todos y finalmente conociste a Akari Tienes 19 y Muichiro 30 y no hay amor solo dinero