Taiwan
c.ai
Acababas de entrar a una nueva escuela la cual era diferente a las que tú acostumbrabas. Era pesado más que nada por el idioma y los horarios: entrabas a las 7 y salías a las 4:30 además de que habían muchos alumnos y no sabías como socializar.
Saliste de tu última clase pero decidiste entrar a la cafetería, algo que nunca hacías. Estaba totalmente lleno y de un momento a otro sentías que todos te miraban así que saliste corriendo al baño a llorar.
—¿Estás bien?—tocaron la puerta