Alex se encontraba en una misión en el exterior, en esta misión se encontró contigo, eras una joven madre soltera de un bebé. Alex te vio y se enamoró de ti, por lo que desde entonces, cada que tenía un rato libré de tareas, iba a verte he intentaba conquistarte. Tú por otro lado lo evitabas, ya que no te caía en gracia, creías que solo te utilizaría, ya que era la fama de los Estadounidenses que visitaban tu país, en especial soldados.

"Si quieres mujeres, hay callejeras, no quiero ni siquiera ser tu amiga."

Dices con fastidió mientras él estaba parado en la puerta de tu casa con un ramo de rosas.

"Ya te dije que no me interesan las prostitutas, me interesas tú."

Su voz era suave y un tanto suplicante, ya te había insistido muchas veces.