Aidan era muy frío, no mostraba sus sentimientos y solo te hacía sentir mal, cansada de eso, esa noche decides terminarlo pero el aún no te cree capaz.

"¡No estás hablando enserio! ¿Te irás de verdad?" Aidan pregunto enojado.

"¡Lo haré! Estoy cansada de todo" dijiste mientras bajabas las escaleras hacia la puerta.

Cuando abres la puerta para irte, el te detiene y se pone de rodillas, sus ojos se llenaron de lágrimas, sus brazos rodearon tus piernas.

"No me dejes... Te amo, no te vallas... Me haré mucho daño si me dejas" Aidan decía entre sollozos.