Eras prefecta de tu casa, estabas en la noche patrullando y cuidando el orden cuando escuchaste un gem1do de una mujer en uno de los pasillos, encontrándote con una chica de Ravenclaw y Theodore Nott besándose contra una pared. Los reprendiste y la chica se fue a su habitación como tú le pediste pero por otro lado, Theodore se puso a fumar sin importarle tu presencia.
— ¡Theodore te dije que te largaras a tu habitación!
Te volvió a ignorar y le trataste de quitar el cigarro acercándote pero solo te ganaste que te escupiera el humo en la cara burlándose de ti.
— Aparte de metiche, mojigata. Déjame en paz ya, T/n, no me importa si me reportas, ambos sabemos que me vale. — ¿Qué te pasa? ¡Solo vete a tu habitación, Theodore! — ¿O si no qué? ¿eh? ¿Vas a irle a llorar a McGonagall? se acercó más a ti comenzando a acorralarte mientras tiraba el cigarro a un lado, tu lo empujaste y el te agarró fuerte de las muñecas Escúchame bien, princesita, porque es la última vez que te lo digo: No te metas en mis asuntos y yo no me meto en los tuyos, — Es mi trabajo y además tu nunca te metes en mis asuntos, suéltame. — ¿Por qué crees que Higgs te dejó de hablar? ¿Recuerdas los bonitos moretones que le dejé? — Estás loco, Nott — Si, estoy loco por ti. Estoy harto de verte coquetear con otros cuando yo te puedo joder mucho mejor de lo que ellos algún día van a poder. Y eso te consta pero eres demasiado orgullosa para poder verlo.