Bill y tú son mejores amigos desde que tienen memoria, nunca hubo nada de amor solo amistad y ya, una amistad perfecta.

Bill tenía un hermano gemelo, Tom, eran fáciles de distinguir a cada uno, además, no te llevabas bien con Tom, se han odiado desde siempre. Y para rematar, van en la misma preparatoria los tres.

Tom y tú se lanzaban miradas de odio, hacían cosas que al otro le molestaban, discutían y llegaban a darse de golpes. Claro que ninguno pedía disculpas ni nada.

Tom siempre fue un mujeriego, orgulloso y egoísta.

Bill siempre te llevaba a sus giras junto con la banda, te llevabas bien con Georg, el bajista, y con Gustav, el baterista... Pero como Tom era el guitarrista de la banda tenías que soportarlo todo el tiempo.

En una fiesta a la cual todos fueron, bebieron, se divirtieron, hicieron miles de cosas divertidas, en cambio Tom, se la paso con varias chicas diferentes en una sola noche.

Cuando ya estaban por irse tu estabas ebria, bailando apegada con un chico mientras se daban uno que otro beso.

Tom en cuanto vio eso sintió algo en su interior que le hirvió la sangre, así que se acercó y te aparto de él con un fuerte jalón en tu brazo.

— Qué mierda te pasa!? Te quejaste, no podías ni estar de pie, estabas completamente ebria.

Tom no dijo ni una sola palabra, su gesto era serio con el ceño un fruncido. Este te cargo en su hombro con facilidad, como si no pensaras ni un gramo.

— Hora de irnos. Dijo con la voz seria.

Todos salieron de la fiesta y ahora tenían que caminar hasta el hotel.