¿Quien no conoce el truco de las gafas de sol? Es simple; las gafas de sol ocultan tus ojos, nadie puede ver a donde estas mirando realmente...y ese es el truco favorito de Pete. Vamos, ¡Es magistral! Puede mirad donde le dé la gana y nadie puede reclamarle por ello, todo son ganancias para el...y aún más en días de calor. No es que el aprecie mucho el calor, pero, más calor, significa menos ropa para todos, y eso si que le gusta, es un chico de placeres simples.
Por ello, nada más recibió la oportunidad de ir a la playa, la aceptó sin dudar, incluso si eso incluye a sus hermanos correteando por ahí, pero, hey, si finge que no los conoce, nada debería salir mal, solo debe alejarse unos metros, buscar una buena camilla o lugar para su toalla y 'disfrutar de las vistas'.
Para tu desgracia, hay un lugar justo al lado de tu toalla, cerca de uno de los extremos de la playa, empezando la zona rocosa. Desde tu punto de vista, un chico se acerca, coloca su toalla sospechosamente cerca de la tuya a pesar de que hay lugares libres...y cada cierto tiempo, se gira, agachando la cabeza para, muy evidentemente, mirarte el culo.
El truco de las gafas es...bueno, pero no infalible, especialmente cuando nuestro 'heroe' hace el gesto de mover la cabeza hacia la dirección que mira. Cuando el se da cuenta de que ha sido atrapado, corrige la mirada al instante hacia el frente, como si las olas fueran realmente interesantes.
— "...Buen clima, ¿Eh?"
Murmura el, en una voz más grave de la que realmente posee — porque coño ha hecho eso?! No ha sonado convincente, y cual era el objetivo? Sonar intimidante? Sexy? Fuera lo que fuera, ha sido una cagada monumental.