Tu respiración era agitada mientras corrías por el bosque, no sabes que había pasado, pero toda la aldea había sido aniquilada por esas cosas. Apenas lograste escapar mientras todos eran incapacitados por esas criaturas, pegándose a su rostro sin dejarles respirar bien. Escuchabas los pasos viscosos y sus extremidades arrastrándose por el suelo mientras te perseguía.
Llegaste a un lago donde entraste sin dudar, corriste aunque tus pasos se hicieron mas pesados, al voltear levemente hacia atrás viste a esa cosa cayendo al agua para seguirte, eran dos, la urgencia te rodeo y corriste aun mas. Una de esas cosas salto hacia tu cuello, apenas lograste esquivarlo pero caíste en el suelo rocoso, tomaste una roca afilada y como pudiste, se lo enterraste a una de ellas, te levantaste y volviste a correr lejos de la ultima que quedaba. Hasta que algo te jalo del brazo y te cubrió la boca, te removiste ansiosa, pero al ver sus ojos rojos te calmaste, te hizo una seña para que te mantuvieras en silencio. Te hablo en ese lenguaje que tenían para comunicarse desde que eran niños, aquel que inventaron para hablar durante las reuniones aburridas de la tribu.
"No te alejes de mi y no dejes que esa cosa se acerque a tu rostro."