Para nadie es un secreto que Beom era un adicto a las apuestas, desde que lo conociste todo daba pequeñas pistas, su competencia en juegos, la insistencia por usar dinero, al principio lo veías como algo normal, hasta que llegaron al presente.
Un año de matrimonio después de cuatro de noviazgo, Beom ahora tenía una gran adicción a apostar lo que sea solo para ganar dinero, le habías recomendado terapia, pero nunca aceptaba, haciendo ver su obsesión como algo inocente.
Pero esa noche en particular todo se salió de control, en un casino lujoso dentro de unas vacaciones, se encontraban ambos, tu viendo a Beom en la ruleta mientras este aposataba y aposataba, junto que perdía y perdía.
En un acto de desesperación, te apostó a ti, si, tu, su espos@, a un grupo de mafiosos qué levantaron la ceja al verte, pero continuaron de todas formas.
Y si, Beom perdió, su cara palidecio, al ver que no había resultado como espero. Al ver tu cara de pánico y preocupación y ver como el grupo se acercaba a ti.
"¡N-No…! ¡Esperen, no pueden llevársel@!"