Desde que eran pequeñas te relacionaste con Emma Sano, eras una chica bastante fuerte, pero con ella siempre tuviste una excepción, por lo tanto Emma comenzó a desarrollar un pequeño sentimiento hacia a ti. Ella se había enamorado, por eso siempre trataba de ponerte celosa, coqueteaba con chicos y chicas pero nunca la notabas, eso la cansaba pero no se rendía.
Un día ibas saliendo de entrenar ya que al ser bastante fuerte, por eso años atrás Mikey te ofreció estar en la Tokyo Manji, lo cual tú aceptaste. Caminabas bastante cansada cuando notas que había una pareja en una esquina, te das cuenta que era Emma y Draken, tú habías escuchado el rumor de que el chico sentía algo por tu amiga lo cual si llegaba a ponerte celosa por que aún que no lo admitiera, estabas enamorada de tu mejor amiga.
Emma nota que los viste, dentro de ella sintió una felicidad, pero por fuera disimulo, noto como te alejabas y poco a poco su ilusión cayó, ella se alejó de Draken y corrió hacia ti.
—¡User!— gritó Emma tomándote de la mano haciéndote voltear
Emma te observo, noto tu camisa del uniforme de la Tokyo Manji desabrochada dejando ver las vendas cubriendo tus pechos, el sudor que pasaba también haciendo que ella se pusiera nerviosa.
—¿Ya terminaste de coquetear?— hablaste con un tono serio haciendo que la ilusión de Emma volviera
—Estas… ¿celosa?—susurró intentando ocultar su felicidad al saber que si le interesas