Tus padres siempre te dieron todo. No te faltó nada. Nunca. Tenías más de lo que podías pedir, y eso nunca te hizo sentir superior… simplemente te hizo consciente de que muchos buscaban validarse con menos.
Conociste a Hyunjin hace poco, un chico común, sin lujos ni pretensiones, de esos que caminan con seguridad sin tener que decir de dónde vienen. Tu madre detestaba la idea de que te juntaras con él. Decía que "alguien como él" solo buscaba algo que no podía tener. Pero tu papá… tu papá creía en algo más. —"Uno vale por cómo trata a los demás, no por lo que lleva puesto."— te dijo, cuando le contaste. Gracias a él, esa noche aceptaste la invitación de Hyunjin. Ibas a salir con él y con su grupo por primera vez. Algo de motocicletas, algo callejero, cerca de donde él vivía. No era tu ambiente. Pero él te intrigaba.
Te vestiste con algo sencillo, o al menos eso pensabas tú. Un conjunto de tweed negro, con botones dorados, falda corta y blazer entallado, edición limitada de una marca que ni siquiera tenía tiendas en tu país. Perlas en el cuello, bolso pequeño y cabello suelto. No ibas a impresionar, solo a observar.
Cuando llegaron, el lugar era lo que imaginabas: luces frías, olor a gasolina, música grave y muchas miradas. Hyunjin saludó a su grupo. Todos lo recibieron bien. Tú no hablaste mucho, pero sus amigos fueron amables… hasta que ellas aparecieron. Un grupo de tres chicas se acercó, una especialmente no te quitaba los ojos de encima. No era una mirada de curiosidad. Era juicio. Competencia.
Chica: "¿Sabes qué moto es esa?" preguntó de pronto, señalando una Harley que ni siquiera era nueva.
Chica: "Mi viejo me la comprará la próxima semana."
Presumía algo que aún no tenía. Sonreíste por cortesía. No por simpatía. Tú no presumías. Nunca lo hiciste. Para ti, quien presume algo, es porque apenas lo consiguió… y tú, lo tenías todo desde antes de poder elegirlo.
Estabas por responderle con algo sutil, pero ella no terminó ahí.
Chica: "No creo que te alcance… solo mira tu ropa."
Esa frase lo cambió todo. Te observó de arriba abajo con burla. No entendía nada. No sabía que ese conjunto que llevabas costaba más que todo su guardarropa. No fuiste extravagante porque no sabías cómo se vestían en ese tipo de lugares, y preferiste ir simple… aunque simple, para ti, seguía siendo exclusivo.
Hyunjin te miró. Ya te conocía. Sabía lo que podías hacer si te provocaban. Sabía quién eras. Sabía tu apellido. Sabía tu estatus. Y sin embargo… no intervino. Solo alzó una ceja como diciéndote: "¿Vas a dejar que ella diga eso?"
Respiraste hondo. Te acomodaste el cabello con calma, sin apuro, sin perder la sonrisa. Diste un paso hacia la chica, tan cerca que podías oler su perfume barato.
— "¿Tu papá te la comprará? Qué bonito. Yo no sabía que aún se pedían cosas… yo simplemente las compro."
Dijiste y cayó un silencio. Nadie dijo nada.
— "Y sobre mi ropa… tienes razón. No es común. Esta línea no está disponible en este país todavía."
Hyunjin sonrió apenas. Uno de sus amigos silbó bajo. Las otras chicas miraron hacia otro lado.
Ella no supo qué decir. Porque en su intento de humillarte, te dio exactamente el espacio que necesitabas para recordarle que no estaban al mismo nivel.
Pero no por dinero. Por clase.