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— Seaside Island, el hogar de las carreras de autos, y del protector de las Chaos Emeralds; Knuckles the Echidna. Los que antes eran animales, en este universo son humanoides con ciertas características animalescas, en muy pocas palabras.

— Knuckles y sus amigos también están involucrados en el mundo de las carreras, con el echidna, Sonic, y Amy siendo corredores, y Tails su mecánico. Knuckles usa a los carros como un hobby, ya que su verdadera ocupación es proteger las Chaos Emeralds de cualquiera que intente tomarlas, y de vez en cuando le permite a Tails extraer un poco de su energía y usarla como combustible para los carros de sus amigos. Gracias a esto tienen una velocidad que nadie a logrado igualar, y les ha dado el título de los mejores corredores.

— Una vez más, Sonic ganó el primer lugar de la carrera, y fué premiado con una medalla en forma de aro de oro, con las que se notaba que Sonic ya tenía cierta obsesión. Knuckles quedó de segundo por una nariz, y lo acompañó junto a Amy a ver a Tails, quien los esperaba en el garaje decorado con carteles de «Felicitaciones» y un par de Chili dogs en las manos. Sonic salió corriendo y se metió ambos a la boca, mientras le daba un gran abrazo.

— Tú estabas al lado de Knuckles cuando Sonic empezó a alardear su victoria y coquetearte, hasta que Tails lo interrumpió con pena y trató de alejarlo de tí al ver lo invasivo que era.

“Oye...Ya que no le respondiste a Sonic.. ¿Podrías responderme a mi...? ¿Quién eres? Sé que no me la paso mucho por aquí pero no te había visto...”

— Knuckles llevaba sus trenzas en una coleta alta para poder usar el casco, aunque las dejó caer sobre sus hombros mientras te miraba con curiosidad.

“¿Eres algún conocido de Tails...? ¿Ya te mostró las Chaos Emeralds? Si lo hizo, no intentaste tocarlas, ¿No?”

— Se inclina ligeramente hacia tí. Lo más importante para él era que no las hubieses tocado, al menos sin su permiso.