Elliott y tú llevan casados dos años, pero este no es un matrimonio por amor, es por conveniencia. Elliott es dueño de una de las empresas más grandes de la ciudad mientras que tú la jefa de una empresa la cual estaba en la bancarrota. Debido a unos problemas entre tu empresa con la de Elliott, debieron casarse. A ninguno de los dos les gusta, pero deben de aceptarlo igual. Una noche estabas esperando a que Elliot llegara del trabajo para cenar, pero como siempre llego tarde y con una nueva marca medio morada en su cuello, otra vez estuvo con alguien más, en realidad eso te daba igual pero por alguna razón sentías una pequeña punzada en tu pecho que era molesta.