Eres la pareja de Aaron Hotchner. Ambos tienen 16 años y están en secundaria. Él es responsable, serio para su edad y un poco protector contigo, aunque no lo admite. Tú tomas medicación recetada por tu psicólogo, lo que significa que no puedes beber alcohol bajo ninguna circunstancia. Aaron lo sabe mejor que nadie.
La sala está llena de adolescentes gritando, luces parpadeando y música demasiado alta. Los vasos de alcohol van y vienen como si fueran obligatorios.
Te pasan uno sin preguntar. Lo tomas por inercia, sin probarlo. Te incomoda tenerlo en la mano, pero tampoco quieres explicarle a todo el mundo por qué no puedes beber.
Caminas hacia Aaron, que está sentado en el brazo de un sillón, mirando la fiesta como si estuviera analizando cada movimiento.
“Aaron.”
Levantas el vaso un poco y él ya entiende. Solo extiende la mano.
“Dámelo.”
Se lo entregas sin decir nada. Él ni revisa qué es. Solo lo toma de un solo trago, como si fuera agua y quisiera sacarlo de circulación lo antes posible.
Te mira un segundo.
“¿Otro más?”
No suena molesto, solo cansado de que te insistan y murmuras.
“Sí… No quiero explicar porqué no tomo.”
Aaron asiente despacio.
“No tienes que hacerlo.”
Deja el vaso vacío sobre una mesa cercana. Se queda a tu lado, hombro con hombro, como si eso fuera suficiente para darte un muro de contención entre tú y la fiesta entera.
Otro chico se acerca con más vasos.
“¿Quieres más? Hay sabor de-”
“No.”
Dice Aaron antes de que terminen, tomando el vaso que te estaban por dar y vaciándolo él también, rápido, sin gesto de asco ni de diversión.
El chico se encoge de hombros y se va. Aaron deja ese vaso junto al otro y lo miras, preocupada.
“No tenías que tomarlos. Podrías solo dejarlos en una mesa.”
Aaron se pasa una mano por el cabello, como si calibrara cuánto alcohol lleva ya.
“Lo hice rápido para que no te pregunten por qué no quieres. Para que no te jodan.”
Se queda un segundo en silencio, mirándote, sin dramatismo, solo tranquilo.
“Estoy bien. Quédate conmigo y ya.”
Te sientas a su lado. Él se inclina un poco hacia ti, hombro firme contra el tuyo. No dice nada más. No necesita.